Un niño francés se quitó la vida tras una cirugía estética de bajo coste realizada en Türkiye: quería dejarse una barba espesa y se encontró con el rostro desfigurado. La historia de Mathieu Vigier-Latour es un grito de alarma que resuena en el mundo de la cirugía estética. Un joven de 24 años, lleno de vida y de planes, ha decidido acabar con su vida tras someterse a una operación de trasplante de barba en Turquía que resultó ser una pesadilla. Atraído por los bajos costes, Mathieu había elegido Estambul para someterse a la operación, pagando una cantidad sensiblemente inferior a la que habría gastado en Francia. Pero lo que iba a ser un cambio estético se convirtió en un drama. El trasplante, realizado por un supuesto cirujano que resultó ser un simple agente inmobiliario, dejó profundas cicatrices en el rostro del niño, tanto físicas como psicológicas.
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Su barba era desigual, el pelo crecía en direcciones opuestas y Mathieu sufría de ardor y picazón constantes. El joven cayó en una profunda depresión, atormentado por un trastorno dismórfico que lo llevó a obsesionarse con los defectos de su apariencia. Lamentablemente, el caso de Mathieu es sólo la punta del iceberg. El turismo médico de bajo coste, especialmente en Turquía, es un fenómeno en rápido crecimiento que atrae cada año a miles de pacientes que buscan procedimientos estéticos a precios bajísimos. Pero detrás de estas atractivas ofertas se esconden a menudo realidades muy diferentes, con clínicas improvisadas, personal no cualificado y resultados desastrosos.
La historia de Mathieu debería hacernos reflexionar sobre la importancia de elegir cuidadosamente el centro médico y el cirujano en el que confiar. No se deje engañar por los precios bajos y las promesas milagrosas, pero infórmese cuidadosamente, pida consejo a personas de confianza y lea reseñas en línea. El padre de Mathieu, Jacques Vigier-Latour, decidió hacer pública la historia de su hijo para concienciar a la opinión pública sobre los riesgos del turismo médico de bajo coste y evitar que otras personas corran la misma suerte.