La prima de una niña violada y asesinada cuando tenía 10 años le hizo una cicatriz en la frente al pedófilo usando unas tijeras y escribiendo el nombre de la víctima para vengarse. El monstruo que fue sentenciado a cadena perpetua por la horrible violación y asesinato de una niña de 10 años se encontró inmovilizado en prisión mientras alguien le tatuaba el nombre de su víctima en la frente. El pedófilo encontró entonces las palabras "La venganza de Katie" grabadas en su frente para siempre. Sin embargo, años después salió a la luz que fue el primo de la víctima quien llevó a cabo la venganza.
LEER TAMBIÉN
El brutal acto ocurrió en 2006, apenas un año después de que Anthony Ray Stockelman admitiera haber secuestrado, agredido y asesinado a Katlyn “Katie” Collman de Indiana, Estados Unidos. Stockelman aceptó un acuerdo para declararse culpable de cadena perpetua, pero evitó la pena de muerte. La trágica historia comenzó el 30 de enero de 2005, cuando Katie desapareció y apenas cinco días después su cuerpo fue encontrado en un arroyo a unos 30 kilómetros de su casa en Indianápolis.
Anthony Ray Stockelman había confesado inicialmente haber secuestrado a Katie después de que ella se encontrara con actividad relacionada con las drogas, pero ella se ahogó accidentalmente. Dijo que tenía la intención de intimidarla para que guardara silencio y la llevó al arroyo por la noche, alegando que su ahogamiento accidental lo llevó a huir de la escena. Sin embargo, las inconsistencias en la "confesión" de Hickman llevaron a la policía a llevar a cabo más investigaciones, lo que llevó al descubrimiento de evidencia de ADN en una colilla de cigarrillo dejada en la escena del crimen. Al verse acorralado, confesó todo, la violación, el asesinato y el ocultamiento del cuerpo.
Luego lo enviaron a la prisión de Wabash Valley en Carlisle. Pero Stockelman no sabía que en el mismo centro se encontraba el primo de la víctima, Jared Harris, que estaba encarcelado en ese momento por robo. Stockelman, ayudado por algunos guardias de la prisión que le permitieron llegar a la celda de Anthony Ray Stockelman, apareció armado con unas tijeras. No está claro si había otros prisioneros presentes, pero el hecho de que la operación fuera larga y dolorosa así lo sugiere.
Al final, “LA VENGANZA DE KATIE” quedó grabado en la frente del pedófilo. Para ello se utilizaron tijeras y tinta. Por miedo a represalias, Anthony Ray Stockelman nunca quiso decir quién le había hecho esa herida. Pero la investigación se centró inmediatamente en la prima de Katie. Y ahora, años después, la historia también ha sido confirmada por un expreso que presenció la escena. Por esta venganza, Jared Harris tuvo que cumplir 7 años más de prisión mientras Stockelman intentaba eliminar su tatuaje con técnicas láser.
ARTÍCULOS MÁS LEÍDOS