Hay tres razones por las que Kate Middleton esperó antes de decirle al mundo entero que tenía cáncer: sus nombres son George, Charlotte y Louis. Los tres hijos de Kate y William fueron la única razón por la que la pareja real acordó mantener la situación en privado. Y sólo ahora que los tres niños están en casa para las vacaciones de Pascua del colegio, Kate y William han tenido la oportunidad de comunicar la noticia con la debida cautela.
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“Voy a estar bien”, “estaré bien”: son las palabras de Kate, las palabras de una madre enferma que no quiere asustar a sus hijos. Y ella misma lo explicó en el conmovedor vídeo con el que contó la noticia al mundo entero con la misma delicadeza y valentía.
Kate grabó el vídeo el miércoles y recién el viernes se hizo público. Probablemente existía el temor de que la noticia de su cáncer se extendiera sin control. Desde la clínica de Londres donde Kate Middleton había sido sometida a una cirugía abdominal, alguien había accedido sin autorización a su historial médico. Tres empleados de la exclusiva London Clinic están bajo investigación. Sin embargo, no se puede descartar que los detalles sobre la salud de la princesa ya hubieran acabado en manos externas.
La princesa no ha sido vista en público desde el día de Navidad de 2023, cuando se la vio yendo y asistiendo a un servicio religioso con la familia real. Un frenesí en línea sobre su estado de salud dominó las redes sociales tras la noticia de su operación. El palacio había permanecido en gran medida en silencio sobre el asunto, lo que en ocasiones añadió más leña al fuego.
La obsesión alcanzó su punto máximo después de que una foto de la ex Kate Middleton fuera publicada en el Reino Unido el Día de la Madre, el 10 de marzo. Las agencias de noticias retiraron la foto y emitieron un aviso de eliminación, al descubrir que había sido editada demasiado. Cada detalle de la imagen fue examinado cuidadosamente, desde el cabello de Kate hasta la ropa de los niños que parecía endeble y una protuberancia en el fondo que parecía distorsionada.
El 11 de marzo, el Palacio de Kensington publicó una declaración de Kate en las redes sociales, diciendo que había editado la foto. “Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión causada por la fotografía familiar que compartimos ayer. Espero que todos los que celebraron hayan tenido un feliz Día de la Madre”, escribió.
Desde entonces, han aparecido imágenes y vídeos de lo que parecía ser Kate en los tabloides británicos, alimentando aún más conspiraciones y conversaciones. Ahora, sin embargo, se espera que tras la petición de privacidad de Kate, la ola de las redes sociales y los teóricos de la conspiración también guarden silencio.
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