Kenneth Eugene Smith entra a regañadientes en la historia como el primer prisionero estadounidense ejecutado con nitrógeno pero el relato de un testigo sobre el momento de la ejecución es horroroso. Lo que se suponía que sería una muerte "indolora" fue en cambio una agonía "espantosa" que duró 22 minutos. Al asesino convicto de Smith, de 58 años, le habían colocado una máscara a la que se le bombeaba nitrógeno. La ejecución tuvo lugar en la cámara de ejecución de la prisión William C. Holman en Atmore, Alabama.
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Las autoridades estatales habían pronosticado la pérdida del conocimiento en segundos y la muerte en minutos. Pero en lugar de eso, Smith tardó 22 minutos en morir, convulsionando en su silla y tirando de sus ataduras durante varios minutos antes de perder el conocimiento. En un momento, mientras el asesino esposado luchaba, su esposa Deanna, que vestía una camiseta que decía "Nunca solo", supuestamente comenzó a gritar desde las sillas preparadas para las personas que podían presenciar la ejecución.
Smith fue condenado a muerte en 1996 por el asesinato a sueldo de la esposa de un predicador en 1988, por el que le pagaron mil dólares. Mientras pronunciaba sus últimas palabras, ya con una máscara de gas sobre su rostro, Smith hizo una señal de corazón con su mano izquierda a su familia antes de declarar: “Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás… me dejo con amor, paz y luz. .”
Jeff Hood, quien actuó como guía espiritual de Smith durante toda la terrible experiencia, dijo que la ejecución fue lo peor que había presenciado en su vida. “Cuando le pusieron el nitrógeno empezó a convulsionar, saltó una y otra vez sobre la camilla, sacudió toda la camilla”, dijo. Hood fue una de las pocas personas que presenció la histórica ejecución y describió cómo a Smith le habían colocado lo que parecía una "máscara de bombero" durante el procedimiento.
Después de orar por el asesino y decirle que "lo amaba y que no estaba solo", Hood se derrumbó al recordar el "espectáculo de terror" de los momentos finales de Smith. "Pude ver a los funcionarios penitenciarios, creo que estaban muy sorprendidos de que esto no saliera bien; uno de los funcionarios estatales en la sala estaba tan nervioso que estaba bailando claqué", continuó. "(Smith) continuó respirando durante lo que podrían ser hasta nueve minutos, diez minutos, esta noche se desató un mal increíble en Alabama".
De las cinco ejecuciones que Hood había presenciado anteriormente, dijo que ésta era sin duda la peor. Sus palabras contradicen las del Departamento de Estado de Alabama, que elogió el nuevo método como "un método de ejecución eficaz y humano". Este método no probado había sido calificado anteriormente de “tortura” por las Naciones Unidas. En una conferencia de prensa junto a la esposa de Smith, Deanna, Hood dijo que la ejecución duró mucho más de lo esperado y agregó que "lo que vimos fueron minutos de alguien luchando por su vida".
La ejecución de Smith se produce después de que sobreviviera a una inyección letal fallida en 2022, cuando los funcionarios intentaron sin éxito durante horas insertar una vía intravenosa en su cuerpo. El incidente ayudó a impulsar una revisión de los procedimientos de pena de muerte del estado. Sin embargo, ahora, tras la historia de esta ejecución, tal vez los procedimientos vuelvan a ser cuestionados.
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