Fórceps dejados en el abdomen después de la cirugía: el caso de una mujer de 42 años de Módena

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Una mujer de 42 años residente en Módena vivió durante cinco meses con un pinzas quirúrgicas dejadas en el abdomen Tras ser sometida a una abdominoplastia en un centro sanitario de Nápoles, el caso se refiere a Giusy Abruzzo, intervenida recientemente en el Hospital de Sassuolo para extraerle el instrumento de 14 centímetros, evitando así mayores sufrimientos y posibles complicaciones futuras.

La mujer explicó al periódico Gaceta de MódenaSu camino hacia la salud comenzó con una cirugía bariátrica en Bérgamo para tratar la obesidad. Tras una pérdida de peso significativa, según informó, necesitaba el procedimiento para "eliminar gran parte del exceso de piel, tras haber perdido", según dijo, "cincuenta kilos". Debido a que el tiempo de espera para este tipo de cirugía en Emilia-Romaña era particularmente largo, optó por recurrir al sistema de salud pública de Campania, donde se sometió a la cirugía el 30 de junio.

Dolor persistente e inexplicable

La cirugía fue técnicamente exitosa, pero poco después la paciente comenzó a experimentar dolor persistente en la zona umbilical. El cirujano que la atendía sugirió la posibilidad de una "pequeña hernia". Con el paso de los meses, las molestias aumentaron, lo que requirió una revisión urgente. Una tomografía computarizada realizada el 27 de noviembre en Pavullo, Módena, reveló la presencia del dispositivo médico bajo la piel. Posteriormente, fue trasladada a Sassuolo, donde se le realizó la cirugía definitiva.

La mujer de 42 años dijo que ahora pretende emprender acciones legales contra el médico que la operó en Nápoles. "No quiero que nadie más pase por lo que yo pasé", concluyó.


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