¿Explosión, congelación o supervivencia? Así es como mueren los humanos en el espacio.

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Lo hemos visto decenas de veces en el cine: astronautas explotando como globos, cuerpos congelados al instante, pulmones implosionando en el vacío cósmico. Pero la ciencia cuenta una historia muy diferente. Según fuentes oficiales como la NASA, LiveScience y ThoughtCo, la muerte en el espacio no tiene nada que ver con las escenas de Hollywood. No hay explosión ni congelación instantánea, sino una secuencia lenta y aterradora de eventos fisiológicos. El cuerpo humano, incluso sin traje espacial, es más resistente de lo que creemos. Esto es lo que realmente sucede cuando te expones al vacío del espacio.

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El cine siempre se ha equivocado (en casi todo)

Muchas películas de ciencia ficción han exagerado los efectos de la exposición al vacío: cuerpos que explotan, ojos que se salen de las órbitas, explosiones internas causadas por la descompresión. Según... LiveScienceSin embargo, el cuerpo humano no explota en el vacío: "en un vacío sin presión, el agua de los tejidos comienza a hervir", pero el cuerpo permanece intacto gracias a la resistencia de la piel y los tejidos.
También ThoughtCo Confirma que la realidad es muy diferente: «no explota, no se congela al instante». El imaginario colectivo ha distorsionado la ciencia, probablemente debido a la falta de datos en décadas pasadas y a la necesidad de sensacionalismo. Hoy, con la evidencia disponible, podemos desmentir los mitos.

¿Qué le sucede realmente al cuerpo humano en el espacio?

En el momento en que una persona se expone al vacío, lo primero que sucede es que... pérdida de conciencia:10-15 segundos son suficientes, según lo informado LiveScienceEl cerebro, privado de oxígeno, sufre un apagón. Inmediatamente después, se produce el fenómeno llamado ebullismoEs decir, la formación de burbujas de gas en los fluidos corporales. La piel se hincha, pero no se rompe.
Como explican en Wikipedia"El cuerpo puede hincharse hasta el doble de su tamaño, pero no explota". La saliva empieza a hervir, como relató un técnico de la NASA que participó en una prueba en 1965. Las lágrimas se evaporan. Las zonas expuestas a la luz solar sufren quemaduras por los rayos UV y X. ¿Y el frío? No llega de inmediato: sin atmósfera, el calor se disipa muy lentamente.

No explotas, no te congelas: mueres en silencio

El mito de la explosión ha sido desmentido tras décadas de estudios. Según ThoughtCoLa piel humana es elástica y soporta la presión interna lo suficiente como para evitar explosiones. El mayor peligro es contener la respiración: el aire en los pulmones se expande violentamente, causando daños internos.
Allá La muerte se produce por hipoxiaEs decir, falta de oxígeno, no por congelación. El cuerpo puede resistir hasta 90 segundos, pero sin ayuda es letal. Espacio.com Explica que sobrevivir más de dos minutos es extremadamente improbable. La descomposición térmica también es lenta: el frío del espacio la afecta, pero no es la principal causa de muerte.

La prueba de la NASA que lo confirma todo

En 1965, el ingeniero de la NASA Jim LeBlanc estuvo expuesto a una presión cercana a cero durante 25 segundos durante una prueba de descompresión. Sobrevivió y reportó sentir "saliva hirviendo en la lengua". No sufrió daños permanentes. El episodio, relatado por LiveScience, es una prueba concreta de lo mucho que puede resistir el cuerpo humano, pero también de lo delgada que es la línea entre la vida y la muerte en el espacio.
La propia NASA ha publicado informes sobre los efectos de la falta de presión y oxígeno, explicando que la única forma de protegerse es un traje presurizado o una cápsula hermética. El espacio sigue siendo un entorno extremo.

Conclusión: La ciencia supera a la ciencia ficción

Con base en los datos, podemos afirmar con seguridad que las muertes espaciales que se ven en las películas son más ficción que ciencia ficción. No hay explosiones, ni congelación instantánea, ni efectos de "salpicaduras". La muerte en el espacio es silenciosa, insidiosa y ataca rápidamente. Los verdaderos peligros son la hipoxia, la descompresión y la radiación solar.
Como explica la NASA, «La tecnología es el único hilo que separa la vida de la muerte en el espacio». Y no hace falta mucho —un fracaso, una pérdida de presión— para descubrir lo vulnerables que somos más allá de nuestra atmósfera.


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