Se desató el caos y el pánico en la pista del Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth, Texas. Un miembro de la tripulación de tierra perdió el control de una manguera de combustible mientras operaba un avión de American Eagle, lo que provocó un derrame masivo de combustible. El combustible comenzó a salpicar por todas partes, impactando el fuselaje y la pista. La escena fue captada en un video que se viralizó en redes sociales. Afortunadamente, nadie resultó herido y la zona fue asegurada. Sin embargo, persiste la preocupación por los cuasi accidentes y las causas técnicas del accidente.
LEER OTRAS NOTICIAS DEL MUNDO
Todo ocurrió en cuestión de segundos, ante la mirada incrédula de otros trabajadores. El video que circula en línea muestra a un trabajador del aeropuerto intentando desconectar la manguera de reabastecimiento de un avión de American Eagle. De repente, la manguera comienza a vibrar y a rociar chorros de combustible a alta presión, empapando los bajos del avión y el suelo circundante.
Según diversas fuentes, el accidente ocurrió la noche del sábado 11 de octubre en la Terminal E del Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth. No hubo heridos directos, pero el chorro de combustible generó una situación de pánico que requirió la intervención inmediata de los equipos de emergencia del aeropuerto.
Los análisis iniciales sugieren que el accidente no fue causado por un grave error humano, sino por un descuido técnico o una falla mecánica. Algunos expertos en aviación, citados por fuentes especializadas, plantean la hipótesis de que la manguera de reabastecimiento aún estaba presurizada al abrir la válvula. Esto habría provocado que la válvula perdiera el control y el fluido se fugara repentinamente.
Un detalle importante se refiere a la falta de un sistema automático de corte de presión, que normalmente previene incidentes similares. Sin embargo, hasta que concluya la investigación, no se puede descartar ningún escenario: desde un fallo técnico hasta una negligencia procesal.
Las operaciones de reabastecimiento de combustible en esa zona del aeropuerto fueron gestionadas por la empresa Aviación Menzies, un contratista externo especializado en servicios de asistencia en tierra. American Airlines, propietaria de la aerolínea regional American Eagle, afirmó estar "trabajando con el Aeropuerto DFW y Menzies para reconstruir el incidente".
No se ha publicado información oficial sobre la identidad del operador involucrado ni su situación laboral. Sin embargo, la empresa ha confirmado que el incidente se encuentra bajo investigación interna y que se determinará la responsabilidad correspondiente.
Una de las principales preocupaciones era la cantidad de combustible derramado y el posible riesgo ambiental. Sin embargo, según portavoces del aeropuerto, los sistemas de contención instalados en las áreas operativas impidieron que el líquido alcanzara zonas sensibles o entrara en las tuberías de drenaje.
Tras el accidente, se acordonó la zona de inmediato y se iniciaron las tareas de limpieza. Los técnicos retiraron el exceso de combustible y trataron la superficie para neutralizar cualquier residuo inflamable. El tráfico aéreo sufrió retrasos menores.
Según algunos sitios de seguimiento e información aeronáutica, el avión involucrado podría ser un Bombardier CRJ-900 con matrícula N593NN, en servicio con American Eagle desde 2016. Sin embargo, esta información no ha sido confirmada por fuentes oficiales de la compañía ni del aeropuerto.
En cuanto al personal de asistencia en tierra, no se han revelado detalles que lo identifiquen ni declaraciones personales. Menzies evitó comentar públicamente sobre responsabilidades individuales, limitándose a reiterar que «la seguridad es una prioridad absoluta» y que «se reforzará la supervisión de los procedimientos».