Mientras Mediobanca se transforma y pasa a manos de Monte dei Paschi di Siena, Alberto Nagel elige el camino más claro: dejar su cargo no solo como director general, sino también como accionista. Esta decisión se refleja en las cifras. En tan solo unos días, el exdirector general vendió todas sus acciones de Mediobanca en el mercado, con una ganancia neta de más de 53 millones de euros. Esta decisión trasciende el aspecto financiero: Nagel optó por liquidar su posición, evitando así seguir siendo accionista bajo la nueva estructura liderada por Siena. Esta decisión, más que palabras, dice mucho sobre un distanciamiento definitivo del futuro del banco que dirigió durante más de veinte años.
LEER LAS OTRAS NOTICIAS CURIOSAS
Las operaciones de venta fueron rápidas y significativas. Tras haber vendido un paquete inicial por aproximadamente 43 millones de eurosNagel realizó una segunda transacción con la venta de 465.222 acciones al precio medio de 21,41 euros cada uno, sacando aún más provecho 10 millonesEn total, las desinversiones alcanzaron el umbral de 53 millones de euros, según informa ANSA y otras fuentes financieras.
Esta no fue una venta aislada: la medida se produjo al mismo tiempo que toda la junta directiva renunció y anunció su renuncia efectiva a partir de lareunión del 28 de octubreEs precisamente en este contexto que Nagel decidió no esperar a que entrara en vigor la nueva estructura de gobierno deseada por el MPS, sino cortar todos los vínculos con Piazzetta Cuccia.
Las condiciones de la oferta pública de compra y canje (OPAS) lanzada por MPS incluyen 2.533 acciones de MPS más 0,90 € en efectivo por cada acción de MediobancaUn intercambio que ha reunido el apoyo de más de 64% de los accionistas, y que podría dar lugar, en caso de superar el 90%, a la exclusión del título de la lista.
Nagel rechazó esta opción. Aunque tenía derecho al canje como cualquier otro accionista, prefería monetizar toda la participación antes del cierre de la oferta, optando por no formar parte del nuevo capital del banco controlado por MPS. Ningún comunicado oficial lo aclara, pero el momento y el método de la operación no dejan lugar a dudas sobre su significado simbólico: salir completamente en lugar de aceptar el nuevo saldo.
La adquisición de Mediobanca por parte de Monte dei Paschi, con el decidido apoyo de los accionistas Delfin y Caltagirone, cambió radicalmente el equilibrio de poder interno. Tras un largo período de intentos y maniobras, se lanzó la oferta y obtuvo una buena acogida del mercado. El consejo de administración saliente, presidido por Renato Pagliaro, reconoció la nueva situación y anunció su dimisión, dejando el campo libre al futuro órgano de gobierno, que se elegirá el 28 de octubre.
Es en este contexto que encaja la decisión de Nagel: No solo dejar el timón, sino también vaciar por completo su posición accionaria, haciendo el mensaje inconfundible. Sin cargos de expresidente. Sin escaños simbólicos. Sin cuota de minoría silenciosa.
Para demostrar la atención y el cuidado con el que quería despedirse del banco, Nagel confió su despedida a un carta personal dirigida a los empleados, en el que citó la Epístolas por Horacio: “Grecia capta ferum victorem cepitUna referencia culta y significativa: así como Grecia, conquistada por los romanos, acabó civilizándolos, así Mediobanca —según la interpretación implícita— tendría una fuerte identidad cultural, capaz de sobrevivir incluso bajo el nuevo control.
En la carta, el ex director general afirmó que los resultados obtenidos: Los ingresos se triplicaron en veinte años y el beneficio neto fue de 1.300 millones, El personal se triplicó hasta superar los 6.200 empleados, 8.500 millones en dividendos distribuidos sin recurrir nunca a ampliaciones de capitalY de nuevo: «La reputación es nuestro principal activo. Nuestra marca es un quid pluris».
Una vez descontados los ingresos brutos, aún queda por ver. ¿Cuánto tendrá que pagar Nagel en impuestos? sobre la venta de su paquete accionario. Las acciones vendidas por el exdirector ejecutivo, según comunicaciones oficiales, provienen de Planes de incentivos vinculados a los resultados obtenidos durante años de trabajo en MediobancaEste detalle cambia significativamente el tratamiento fiscal aplicable.
Si las acciones en cuestión se hubieran asignado de conformidad con opciones sobre acciones o planes de compensación de accionesComo parece probable, el impuesto no se limitaría a la tasa 26% prevista para las ganancias de capital financieras ordinarias. En tales casos, de hecho, valor de las acciones en el momento de la cesión pueden ser gravados como ingresos del empleo, con tasas progresivas que llegan hasta 43% IRPEF, a menos que se cumplan condiciones específicas para la exención de impuestos (como una obligación de mantenimiento durante al menos tres años).
A esto se podría añadir, eventualmente, una tributación separada a 26% sobre la diferencia entre el valor de venta y el valor de cesión, en el caso de que las acciones hayan madurado un nuevo incremento de valor a lo largo del tiempo.
Al final, Una parte importante de los ingresos podría ser retenida por las autoridades fiscales, lo que eleva el importe neto a cifras muy inferiores a las 53 millones de euros recolectados. La cantidad exacta dependerá de la naturaleza del plan de acciones, desde el valor de la carga fiscal y la posible presencia de beneficios específicos reconocidos por la Agencia Tributaria.