En Dorset, Inglaterra, un ladrón cometió un singular robo en una joyería utilizando una técnica tan inusual como efectiva: la distracción sexy. La mujer, vestida con una minifalda muy corta, atrajo la atención del dueño al fingir interés en algunos artículos expuestos. Durante la visita, aprovechó algunos movimientos provocativos, entre ellos agacharse con el trasero a la vista, para distraer la mirada del joyero.
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“Me di la vuelta por vergüenza, era demasiado”, dijo el hombre a los investigadores. En ese momento, la mujer logró tomar un anillo valorado en 5.750 libras y esconderlo sin que nadie se diera cuenta. Según lo informado por el Correo diario, el episodio fue captado por las cámaras internas de la tienda, que muestran claramente la acción coordinada del ladrón y un cómplice.
Las autoridades locales han iniciado una investigación y un llamamiento público para identificar al responsable. Las imágenes muestran a la mujer y al hombre actuando juntos, lo que sugiere un plan premeditado. El propietario, todavía conmocionado por el incidente, admitió que nunca había presenciado una escena similar: "No pensé que alguien pudiera usar su cuerpo de esa manera para un robo".
La policía está comparando las imágenes con casos similares reportados en la zona, sospechando que la pareja puede ser responsable de otros robos utilizando el mismo modus operandi. El gesto generó reacciones en las redes sociales, donde muchos usuarios comentaron la valentía y astucia del ladrón.
Al relatar el robo, el joyero destacó cómo la vergüenza lo hizo vulnerable, aspecto que recuerda a lo que le ocurrió a una influencer a quien robaron estando desnuda en el probador. Un caso similar involucró a un influencer que video de su Birkin siendo robado mientras se cambiaba mostró.
El gesto provocador del ladrón causó revuelo, como suele ocurrir cuando la vestimenta provoca reacciones inesperadas. El caso de la Turista filmada con el trasero al viento en un supermercado.