El 29 de enero de 2025, un importante accidente aéreo sacudió a Estados Unidos: un avión regional Bombardier CRJ700, que operaba como vuelo 5342 de American Eagle, chocó en el aire con un helicóptero militar UH-60 Black Hawk sobre el río Potomac, cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington. Los 67 ocupantes de ambos aviones perdieron la vida, convirtiendo el evento en el desastre aéreo más mortífero en Estados Unidos desde 2001.
LEER OTRAS NOTICIAS DEL MUNDO
El vuelo 5342 se encontraba en aproximación final a la pista 33 del aeropuerto desde Wichita, Kansas. Al mismo tiempo, el helicóptero Black Hawk estaba realizando un vuelo de entrenamiento nocturno con gafas de visión nocturna, despegando del aeródromo militar Davison en Virginia. A una altitud de aproximadamente 300 pies, los dos aviones chocaron a menos de un kilómetro de la pista.
Las investigaciones preliminares de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) destacaron una serie de factores contribuyentes:
En respuesta al accidente, la Administración Federal de Aviación (FAA) implementó restricciones temporales a los vuelos de helicópteros en las cercanías del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, cerrando parcialmente las Rutas 1 y 4, que son utilizadas principalmente por helicópteros militares y gubernamentales. La NTSB también recomendó cerrar permanentemente la Ruta 4 mientras se utiliza la pista 33, debido al riesgo “intolerable” de colisiones en el aire.
El incidente ha provocado una profunda emoción a nivel nacional e internacional. El Papa Francisco envió un telegrama de condolencias a la Casa Blanca, mientras que el Comité Olímpico Internacional expresó sus condolencias, dado que entre las víctimas había jóvenes patinadores artísticos.
Se están realizando investigaciones para determinar las causas exactas del accidente y prevenir desastres futuros. La FAA ha anunciado planes para ampliar las evaluaciones de seguridad a otros aeropuertos estadounidenses, incluido el uso de análisis de datos e inteligencia artificial para identificar riesgos potenciales.
En Estados Unidos, el sistema de control del tráfico aéreo es operado principalmente por la Administración Federal de Aviación (FAA). Los operadores utilizan tecnologías de radar, radio y satélite para monitorear continuamente la posición y el movimiento de aeronaves y helicópteros. Cada sector de vuelo está asignado a controladores específicos que imparten instrucciones para mantener la separación mínima de seguridad entre aeronaves, coordinando despegues, aterrizajes y tránsitos a diferentes altitudes.
El Black Hawk, oficialmente UH-60 Black Hawk, es un helicóptero militar multipropósito desarrollado por Sikorsky Aircraft Corporation. Utilizado principalmente por el Ejército de EE. UU., el Black Hawk realiza transporte de tropas, evacuación médica, apoyo logístico y misiones de búsqueda y rescate. Gracias a su versatilidad y resistencia, es uno de los helicópteros más icónicos y extendidos en el mundo militar.
Entre las rutas aéreas consideradas más riesgosas en Estados Unidos están aquellas que pasan por zonas montañosas o de mucho tráfico aéreo, como las aproximaciones a los aeropuertos de Los Ángeles (LAX) y Nueva York (JFK). La zona de Washington DC también es particularmente delicada, donde la intersección de vuelos civiles y militares requiere una gestión del tráfico extremadamente precisa. La “Ruta 4”, cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, que estuvo involucrada en el accidente, ha sido considerada crítica durante mucho tiempo.
Tras la tragedia, la FAA y la NTSB anunciaron una revisión exhaustiva de los procedimientos de vuelo en zonas urbanas densas. Se prevén nuevas restricciones a los vuelos militares cerca de aeropuertos civiles, así como la adopción de sistemas de alerta de colisión más avanzados para helicópteros y un fortalecimiento de los protocolos de comunicación entre controladores y pilotos. Además, se explorará el uso de inteligencia artificial para anticipar posibles conflictos de tráfico.
En Estados Unidos se producen aproximadamente entre 1.200 y 1.300 accidentes aéreos cada año, según datos de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte. Afortunadamente, la mayoría de estos eventos involucran aeronaves pequeñas y no causan víctimas. Los accidentes fatales que involucran vuelos comerciales o militares son raros, gracias a los altos estándares de seguridad del país.
Recientemente, un caso serio Accidente aéreo en Bombay Se produjeron ocho heridos cuando un avión se partió en dos durante el aterrizaje. En Australia, momentos de terror a bordo de un Boeing de Etihad cuando, durante el despegue, dos ruedas explotaron, obligando al piloto a realizar una maniobra de emergencia. Miedo también en Estados Unidos, donde Dos aviones chocaron en la calle de rodaje en el aeropuerto de Seattle-Tacoma, causando trastornos pero afortunadamente sin víctimas. Finalmente, en Chicago, un El avión succionó un carrito de equipaje con el motor, en un espectacular accidente inmortalizado en un vídeo viral.