Vladimir Putin fue humillado durante su reciente visita a Kazajstán: durante el paso de sus vehículos blindados una enorme bandera ucraniana ondeaba digitalmente. El presidente ruso fue avergonzado por unos piratas informáticos que le dieron la bienvenida y luego difundieron las imágenes en las redes sociales. Las imágenes muestran filas de coches obligados a esperar junto a una enorme pantalla electrónica en la que se muestran con orgullo los colores azul y amarillo de Ucrania.
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Se suponía que la pantalla de la Ópera de Astana mostraría la bandera rusa mientras Vlad y sus ministros pasaban en coche, pero de repente se giró para mostrar a su archienemigo. Inmediatamente se inició una investigación para determinar cómo se violó la red de seguridad electrónica.
Según los informes, la pantalla se apagó permanentemente después del incidente. El indignado Ministerio del Interior de Kazajstán emitió una declaración prometiendo hacer rendir cuentas a los responsables. Dijeron: “Se están considerando todas las causas posibles, incluidas fallas técnicas y posibles interferencias externas ilegales en los procesos operativos de los equipos de la empresa. Se ha iniciado una causa penal y se están investigando todas las circunstancias que rodearon el incidente”.
Se cree que Vlad no vio la bandera ucraniana. El subdirector de operadores de vallas publicitarias, Keruen Media, afirmó que las luces LED nunca fueron pirateadas, sino simplemente cortocircuitadas. La compañía le dijo al sitio de noticias kazajo KazTAG que un problema de cable en la parte superior de la bandera rusa provocó que la sección blanca se desconectara inmediatamente. Afirmaron que el resto del cartel se iluminaba, provocando que el rojo pareciera amarillo cuando se tomaban imágenes desde los automóviles.