Un puente histórico en una zona pintoresca de Suiza ha sido destruido con dinamita debido a un error burocrático. El viaducto de 110 años cerca de Davos, en los Alpes suizos, explotó tras un malentendido entre los funcionarios de transporte. El viaducto de Castielertobel, que atraviesa majestuosas montañas y bosques alpinos, se construyó en 1913 para ayudar a los trenes a circular por el difícil terreno del cantón de Graubünden. Se elevó 54 metros sobre el desfiladero salvaje durante más de un siglo, hasta que encontró un final explosivo.
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El antiguo puente ferroviario no estuvo exento de problemas. En 2019, su propietario, la empresa de transporte suiza Rhaetian Railway (RhB), descubrió graves daños en la estructura de acero durante una inspección de rutina. Entonces decidieron proceder a la demolición y en mayo volaron los dos pilares de piedra de 50 metros de altura del puente. Pero ahora se ha descubierto que la demolición fue ilegal. Según los informes, el propietario pidió un permiso para la demolición convencional, en lugar de utilizar explosivos, después de que el gobierno y un estudio ambiental le informaran que no estaba permitido destruirlo con dinamita.
La Oficina Federal de Transportes (FOT) afirmó que debería haber autorizado la demolición. Michael Mueller, portavoz de la agencia federal, afirmó: "El ferrocarril había descartado que se utilizaran explosiones para desmantelar el viaducto de Castieler". "El hecho de que la explosión se haya realizado a pesar de ello contradice esta aprobación y, por lo tanto, es ilegal". La policía ha iniciado una investigación para averiguar cómo se produjo el intercambio.
El fiscal cantonal está llevando a cabo una investigación preliminar para determinar si se han cometido delitos penales. Sin embargo, el cantón habría declarado que a nivel local no había nada en contra de la demolición. Pero según Mueller esto no es suficiente: “La construcción y el desmantelamiento de instalaciones ferroviarias deben ser aprobados por la BAV en el marco del llamado procedimiento de aprobación de la planificación. La sola declaración de una autoridad cantonal no es suficiente”.
La compañía ferroviaria dijo que “se olvidó” de consultar a la oficina federal. Después de que una empresa constructora recomendara su demolición por motivos de seguridad y tras examinar el impacto medioambiental con otras autoridades y expertos, la empresa ferroviaria decidió seguir adelante. Admitieron que tendrían que consultar nuevamente a la Oficina Federal de Transportes porque la solicitud original era de destrucción sin dinamita.
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