Gran vergüenza para la Armada británica que falla la prueba del misil nuclear y casi pone en peligro la vida del Ministro de Defensa. The Sun escribe que un misil Trident falló y se estrelló a pocos metros del submarino nuclear británico que lo lanzó. El secretario de Defensa, Grant Shapps, estuvo a bordo del HMS Vanguard para presenciar la prueba.
LEER TAMBIÉN
Se trata del segundo lanzamiento fallido consecutivo después del de 2016. El Ministerio de Defensa confirmó que se produjo "una anomalía" durante el ejercicio del 30 de enero frente a la costa de Florida, pero la disuasión nuclear sigue siendo "efectiva". La tripulación del submarino nuclear completó el ejercicio y desde el tubo de lanzamiento se lanzó el misil Trident 2.
Pero los propulsores de la primera etapa no lograron encenderse y el misil de 58 toneladas (equipado con ojivas falsas) se estrelló en el océano y luego se hundió. Una fuente le dijo a The Sun: "Dejó el submarino pero se hundió, justo al lado de ellos". El HMS Vanguard estaba debajo de la superficie, flotando a la profundidad de lanzamiento, pero no fue alcanzado por el misil cuando se sumergió de nuevo en el Atlántico.
Inmediatamente se abrió una investigación para descubrir qué salió mal y se ordenó una búsqueda para recuperar tecnología de misiles ultrasecreta del fondo marino de Puerto Cañaveral, Florida. Esta es la segunda prueba fallida desde 2016, cuando un Trident lanzado desde el HMS Vengeance se desvió de su rumbo y se autodestruyó. Pero a pesar del revés, los funcionarios insisten en que confían en que el incendio fue “específico de un evento”.
Fundamentalmente, se entiende que si el disparo se hubiera producido durante una misión de patrulla real y no en condiciones de prueba, habría sido un éxito. No se hacen públicos más detalles sobre lo que salió mal por razones de “seguridad nacional”.
El Partido Laborista calificó el fracaso de la prueba de "preocupante", pero subrayó su apoyo a la disuasión nuclear. El Reino Unido ha lanzado 12 misiles Trident 2 desde que estos misiles entraron en servicio con la Royal Navy en 1994. Pero los dos más recientes han fallado. En junio de 2016, un Trident 2 despegó del HMS Vengeance y sus cohetes se dispararon con éxito. Pero momentos después se desvió de su rumbo, supuestamente hacia Estados Unidos, y automáticamente se autodestruyó. Posteriormente, el gobierno de Theresa May fue acusado de encubrir el lanzamiento fallido mientras el parlamento debía votar sobre la renovación del sistema de disuasión nuclear del Reino Unido. Inmediatamente comenzó una oleada de burlas hacia los británicos en los canales de telegramas rusos.
LEER OTRAS NOTICIAS DEL MUNDO