Las chinches pueden esconderse hasta por un año sin alimentarse de sangre, a menudo anidando en las costuras de colchones, zócalos y enchufes eléctricos, pero hay perros que pueden olerlas en menos de 10 segundos. Los spaniels (más conocidos en Italia como cockers) se están convirtiendo en la nueva arma secreta de Gran Bretaña en el lucha contra la explosión de chinches.
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Los cachorros pueden localizar infestaciones en segundos que dejarían perplejos incluso a los humanos experimentados, afirman los propietarios. Están acudiendo al rescate en todo el Reino Unido mientras las familias luchan por eliminar los parásitos chupadores de sangre. Las chinches pueden esconderse hasta por un año sin alimentarse de sangre, a menudo escondiéndose en las costuras de los colchones, zócalos y enchufes eléctricos hasta que detectan a los humanos. Brian Leith, de BDL Canine Services en South Lanarkshire, dijo: "A alguien del control de plagas le podría tomar 20 minutos encontrar chinches, si es que pueden encontrarlas".
Y añadió: “Fregar todo el piso de un hotel requiere mucho tiempo para los humanos. A veces mi hijo puede encontrarlos en menos de diez segundos." El adiestrador de perros trabaja con un sprocker de cuatro años (una mezcla de cocker y springer spaniel) llamado Benjy. Visitan hasta cinco propiedades al día en Escocia y el norte de Inglaterra, cobrando entre 160 y 400 euros por una casa media de tres dormitorios.
Lucy Currie, de Otley, West Yorkshire, ha estado cazando alimañas con su springer spaniel inglés, Floyd, durante dos años. Dijo: “A Floyd le encanta. Tiene la expresión más estúpida cuando encuentra chinches. Para él es un juego y luego toma la pelota de tenis". “Sin embargo, para las personas con infestaciones de chinches, puede ser realmente angustioso. Es una pena porque tienen mala fama de vivir en casas sucias, pero las chinches no discriminan".
Los perros detectores de chinches se pueden entrenar en varias escuelas de Gran Bretaña. Algunos hoteles ahora los utilizan cada tres meses para detectar infestaciones tempranamente. Ahora tienen más demanda a raíz del pánico internacional por el creciente número de chinches. Los insectos han causado estragos en París, con infestaciones reportadas en escuelas, cines, hoteles y trenes.