La influencer vegana muerta no bebía agua desde hacía 6 años: los espantosos detalles

La influencer rusa, conocida como Zhanna D'Art de sus seguidores en las redes sociales, murió el 21 de julio en Malasia mientras estaba de gira por el sudeste asiático.
Anteriormente les dijo a sus seguidores que había pasado los últimos cuatro años de su vida comiendo y bebiendo "solo fruta, brotes de semillas de girasol, batidos y jugos de frutas". Su madre, Vera Samsonova, dijo que había contraído una "infección parecida al cólera" -exacerbada por su dieta- pocas horas antes de tomar el vuelo a casa después de su viaje.

Sus amigos, que dijeron que padecía anorexia, temían que su dieta se volviera cada vez más restrictiva en los últimos meses. Una amiga, Olga Chernyaeva, dijo al periódico ruso Novye Izvestia que Samsonova apenas podía caminar. “Vi su viaje hacia la muerte durante siete años. Hace unos cinco meses conocí a Zhanna en Sri Lanka y parecía demacrada. “Tenía las piernas hinchadas… Era increíble que todavía se moviera”. Chernyaeva añadió que Samsonova se negó a buscar tratamiento y se vio obligada a mirar impotente cómo se convertía en “sólo huesos” y quedaba postrada en cama.

La influencer en redes sociales: "Hace seis años que no bebo agua"

“Estuvo en cama casi un mes. Si se ponía de pie, le resultaba muy difícil caminar; le llevaba varios minutos subir un escalón de la escalera”. La influencer de alimentos crudos también había anunciado en línea que su cuerpo no “necesita” agua. “No he bebido agua en los últimos 6 años. Esto es algo común en quienes siguen una dieta basada en frutas”, escribió en la publicación de Instagram del año pasado. “Esto no es algo que me limite o reprima, es sólo que mi cuerpo no lo requiere”, añadió.

Otra amiga contó que ver a Samsonova hace varios meses la había dejado “horrorizada”. "Sus manos eran como las de mi hermana de 12 años, delgadas", dijeron al periódico ruso 116.ru. “La enviaron a casa para recibir tratamiento. Sin embargo, ella volvió a huir. Cuando la vi en Phuket, me horroricé. “Vivía un piso arriba de ella y todos los días temía encontrar su cuerpo sin vida por la mañana. La convencí de buscar tratamiento, pero no pudo hacerlo".